martes, 11 de agosto de 2015

Polvo, décima diez, de Guadalupe Amor


De pronto vi mi cabeza
en el espacio perdida,
con pensamiento, y sin vida,
y sin humana impureza.
Sentí profunda extrañeza;
mas luego entendí mi lodo,
y fui descubriendo el modo
de hacer mi cuerpo infinito:
Mi polvo al polvo remito,
dejo de ser... ¡y soy todo!